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sábado, 31 de enero de 2015

MUNDO REWILDING: EUROPA (II).




Los cambios a escala geológica que se produjeron durante el Plioceno hicieron que, poco a poco, un planeta hasta entonces más cálido y de climas tropicales, se fuera transformando para entrar en la dinámica de los grandes ciclos glaciares que serían la norma durante el Cuaternario.
La deriva de los continentes siguió su curso hacia las posiciones que hoy conocemos, y así, grandes masas terrestres colisionaron entre sí facilitando la orogenia y hasta el contacto, a través de istmos, como el que unió Norteamérica y Sudamérica.
De este modo, hace unos tres millones de años, la formación del Istmo de Panamá provocó efectos en cadena de extraordinaria importancia a nivel mundial, ya que las aguas ecuatoriales del Océano Pacífico y el Atlántico dejaron de mezclarse y las corrientes variaron muy notablemente, comenzando un proceso de enfriamiento del Atlántico que favoreció la formación de una serie de capas de hielo en el Ártico que a la postre supondrían los primeros pasos hacia las glaciaciones cuaternarias.
De manera progresiva el clima se fue tornando más frío y seco durante el Plioceno, generando ciclos estacionales. Estos cambios afectaron directamente a la vegetación, que poco a poco fue perdiendo a sus especies dominantes tropicales, húmedas o cálidas, en favor de sabanas, estepas y desiertos.
El empobrecimiento de la vegetación empujó a una disminución en conjunto de la fauna, que tuvo que adaptarse a las nuevas condiciones de los inestables ciclos climáticos.
Europa no fue una excepción en este proceso, y fue aquí, en la fase de transición Plio-Pleistocénica, cuando empezó a gestarse el marco general del nuevo tipo de fauna que podríamos definir como característica de la etapa cuaternaria en la que aún hoy nos encontramos.

sábado, 24 de enero de 2015

MUNDO REWILDING: EUROPA (I).




De los acantilados costeros irlandeses a los montes Urales rusos, del Estuario del Tajo a las estepas de los Kirguises, de los fiordos noruegos a las marismas de Doñana, o de los bosques boreales de Carelia a los montes mediterráneos que mueren en el mar por el Peoloponeso, Europa alberga todavía un buen número de espacios naturales dignos de ser conservados e interconectados para disfrute y admiración de las generaciones venideras.
En esta nueva serie de Mundo Rewilding que hoy comienza, vamos a intentar aproximarnos al pasado, presente y futuro de la Naturaleza Europea, con el fin de centrarnos en el rewilding de sus especies extintas o amenazadas.

sábado, 17 de enero de 2015

MUNDO REWILDING: EL GRAN NORTE (IV).




Hoy pretendo cerrar el cuarto y último capítulo de la serie El Gran Norte, de la sección Mundo Rewilding, centrándome en un supuesto proyecto de restauración del ecosistema antiguo de la estepa del mamut, combinado con la tundra y la taiga, que se podría llevar a cabo en muchas de las numerosísimas áreas de tan enorme territorio, que conocemos ya a grandes rasgos.
De hecho, en alguna zona se trabaja ya en este sentido. Es el caso del científico ruso Sergey Zimov, quien está tratando de reconstruir el ecosistema en el área de Kolyma, en Siberia.

MUNDO REWILDING: EL GRAN NORTE (III).




Para continuar hablando sobre El Gran Norte resulta imprescindible hacernos una mínima composición del territorio en el Continente Americano en tiempos pasados.
Esta entrada tratará sobre ello, también veremos alguna de la fauna más representativa que habitó este espacio concreto, así como aspectos muy generales sobre las distintas visiones acerca del  poblamiento de América por parte del hombre.
Ya en el siguiente y último post, el cuarto de la serie de El Gran Norte, entraremos a analizar el posible rewilding a poner en marcha como conjunto global, atendiendo a todo el espacio actual incluido en Eurasia y Norteamérica.

MUNDO REWILDING: EL GRAN NORTE (II).




Contrariamente a lo que pueda pensarse, El Gran Norte ha mantenido buena parte de su fauna, evitando un alto índice de extinción masiva que ha sido mucho mayor en otras áreas del planeta.
Si a ello le sumamos un considerable número de especies, que han desaparecido en muchos o todos los territorios del Gran Norte, pero que se han conservado de uno u otro modo con parientes muy cercanos en otras áreas, y el potencial enorme de estas extensísimas tierras tan deshabitadas, quedamos frente a frente ante una ilusionante circunstancia convertida en reto: Sería muy posible llegar a recrear, a través de un rewilding, el espacio y conjunto de especies, el ecosistema casi pleno, que encontrábamos en éste área hace aproximadamente unos diez mil años.

MUNDO REWILDING: EL GRAN NORTE (I).




Hace ahora unos 11.500 años comenzó un nuevo período climático, el Holoceno, considerado, a día de hoy, como un estadio interglaciar del Cuaternario. Este ciclo, de condiciones templadas, vino a poner fin a la última edad del hielo conocida como Würm.
Los efectos de frío glaciar se redujeron desde hace milenios, pues, para quedar mucho más restringidos que en fases frías. Sin embargo, desde un punto de vista de definición pura y dura, la presencia actual de extensiones de hielos en los casquetes polares o en las altas cordilleras estarían indicando que todavía nos encontramos, en mayor o menor medida, dentro de los grandes ciclos glaciares.
Si tuviéramos que buscar hoy en día lugares del mundo donde las condiciones ambientales predominantes de un período típicamente glaciar pudieran todavía encontrarse, de uno u otro modo, sin duda alguna nuestra atención se centraría principalmente en un inmenso territorio, dentro de la región Holártica, que podríamos bautizar como El Gran Norte.

EL PLEISTOCENO SUPERIOR (II): LA GLACIACIÓN DE WÜRM.




Como veíamos en la entrada anterior, el inicio de la Glaciación de Würm empezó a dejarse notar hace unos 115.000 años, cuando todavía dentro del interglaciar Eemiense las temperaturas medias del planeta descendían de forma constante y la extensión de los hielos en los polos iba en continuo aumento. 
Los territorios más cercanos a éstos fueron los primeros en caer bajo el dominio del nuevo tiempo glacial.
Así, hace cien mil años buena parte del norte y centro de Europa se encontraban ya sometidos a los efectos del frío. Y de este mismo modo, conforme la masa de hielos del Ártico ganaba extensión expandiéndose hacia el sur, la corriente oceánica fría se desplazaba hacia el Golfo de Vizcaya afectando a toda el área cantábrica. 
Poco a poco, milenio a milenio, la glaciación fue alcanzando también el ámbito de la Península Ibérica.

jueves, 15 de enero de 2015

EL PLEISTOCENO SUPERIOR (I): INTERGLACIAR EEMIENSE O RISS-WÜRM.






Ya conocemos que el Pleistoceno y el Holoceno conforman las dos épocas del Período Cuaternario.
El Pleistoceno ha sido tradicionalmente subdividido por el ámbito académico en tres etapas; Inferior, Medio y Superior, aunque recientemente se ha propuesto otro modelo que agruparía a la época en cuatro pisos; Gelasiense, Calabriense, Ioniense y Tarantiense.
El que más nos interesa para aproximarnos hacia el rewilding es el Tarantiense, que viene a coincidir plenamente con el hasta hace poco denominado Pleistoceno Superior.
Esta secuenciación se prolonga desde hace 126.000 años hasta 11.784 B.P., por lo que engloba parte del interglaciar Eemiense (Riss-Würm) y la totalidad de la glaciación de Würm.
En esta entrada veremos algunos aspectos que conciernen a su primera fase, la interglaciar.

MUNDO REWILDING: PRESENTACIÓN.




En el anterior blog de El Tiempo que Olvidamos había puesto en marcha la sección Mundo Rewilding, que trataba de mostrar la pérdida de biodiversidad referida a los grandes mamíferos a lo largo y ancho del planeta a partir de la incidencia humana tras nuestra llegada a dichos territorios, y desde dónde partir para poner en marcha estrategias de recuperación de estas especies y sus hábitats.
Siendo una de las secciones que más estaba calando entre el público, y puesto que el rewilding constituye el eje vertebrador también de esta nueva plataforma, quiero retomar cuanto antes la dinámica, aunque adaptada y seguramente muy ampliada al respecto de Europa, y especialmente la Península Ibérica, donde integraré entradas sobre diversas especies que también aparecían en el blog anterior.
Nace como una visión global, de considerables dimensiones, que no es fácil de abordar por una sola persona, y que por lo tanto tratará muy por encima la cuestión en otros territorios, aunque con mucha ilusión, y siempre abierta a ir sumando lo que, poco a poco, pueda ir recibiendo o conociendo a medida que avancemos.
Intentaré afrontarlo, de cualquier modo, con el mayor acierto posible, viendo su evolución conforme vaya pasando el tiempo.
Les pido pues su comprensión en este sentido y les animo a formar parte de la sección con sus aportes, que puedan siempre enriquecernos a todos.
Esta entrada de presentación tratará de mostrarles cómo pretendo encarar su configuración, para que puedan tenerlo presente a modo de guía.

GLACIARES E INTERGLACIARES Y SUS EFECTOS SOBRE LOS ECOSISTEMAS.




Desde que diera comienzo el Período Cuaternario, hace dos millones y medio de años, se han reconocido seis etapas glaciares y seis interglaciares. Entre las primeras, y atendiendo a su nomenclatura europea tenemos; Biber, Donau, Günz, Mindel, Riss y Würm, mientras que las segundas se agruparían en Biber-Donau, Donau-Günz, Günz-Mindel, Mindel-Riss, Riss-Würm y nuestro actual Holoceno.
La duración  de las fases glaciares e interglaciares responde a factores poco conocidos, aunque generalmente los períodos glaciares suelen ser más prolongados que los interglaciares. Establecer los distintos estadios es siempre bastante subjetivo, pues dentro de ellos podemos encontrar tal variación climática y de biotopos que algunos de los interestadiales de por ejemplo un interglaciar han sido mucho más fríos que otros que se dieron durante una glaciación, y viceversa.
En líneas generales podríamos decir que durante las fases frías o glaciares el descenso de las temperaturas provoca el aumento de los hielos desde los polos y en las grandes cadenas montañosas, posibilitando un descenso de la humedad a escala planetaria que se traduce en una importante bajada del nivel del mar, dejando muchos kilómetros de las hasta entonces tierras sumergidas por encima del nivel de las aguas, por lo que la línea de costa tiende a aumentar, creando incluso puentes terrestres entre continentes o grandes islas.
El mismo descenso de la humedad, y el cambio de las corrientes marinas por el avance de los hielos, favorecen condiciones frías y extremadamente secas que a su vez condicionan el paisaje, que quedará fundamentalmente representado por ecosistemas esteparios, abiertos, donde el elemento arbóreo resulta escaso o testimonial, siempre dependiendo de zonas.
Los bosques y las selvas, los espacios forestales en definitiva, se retrotraen a zonas propicias donde todavía encuentran condiciones para su desarrollo.

miércoles, 14 de enero de 2015

EL CENOZOICO: LA ERA DE LOS MAMÍFEROS.




Para entender mejor el concepto rewilding es más que aconsejable partir de la comprensión global de la presencia de mamíferos en La Tierra a lo largo de su existencia.
La sucesión de cambios en el clima y en la propia distribución de los continentes a escala geológica nos ayudará a asimilar la evolución de los ecosistemas a través del tiempo, y por ende, conocer cómo fueron los procesos de relevo de las especies que hasta ellos llegaron, en conjunto y con su dinámica, bien por migración, bien por evolución adaptativa, en esos avances y retrocesos.
En el post sobre el Cuaternario, por ejemplo, vimos cómo la alternancia de etapas cálidas y frías ha sido una constante en el tiempo que ha definido el transcurrir del último Período que comenzó hace unos dos millones y medio de años, en el cual aún nos encontramos. 
Uno de los primeros pasos para tener amplitud de miras desde nuestro presente es borrar de la mente el cliché establecido. Un estereotipo que, en nuestro limitado alcance de concepción temporal a escala humana, parece tomar como punto de partida de la “normalidad” natural y actual el inicio del Holoceno, es decir, la etapa interglaciar en la que hoy nos encontramos y que dio comienzo hace unos 12.000 años, con el fin de la última glaciación.
Nosotros, en clave humana, hemos tomado como referencia ese aleatorio punto de partida suponiendo que, el mismo, refleja el paradigma absoluto de la norma, de lo natural, de lo potencial, tomando una muy limitada estabilidad, con sus climas, sus ecosistemas y sus especies, desde ese momento y hasta hoy. 
Nada más lejos de la realidad.

viernes, 9 de enero de 2015

REWILDING: ¿CÓMO PONERLO EN PRÁCTICA?.




Para entender mejor la cuestión, de forma divulgativa, voy a poner un sencillo ejemplo. Imaginemos una calle antigua en estado de abandono, con una serie de edificaciones continuas en distinto grado de ruina que se encuentra junto a otras habitadas, modernas y funcionales, en una misma manzana o barrio.
En algunos casos un simple reforzamiento, apuntalamiento, reforma y conservación de los edificios, pueden resultar suficientes para hacerlos de nuevo compatibles e integrados con el propio diseño y particularidad de la actual manzana en su conjunto.
Sin embargo otras edificaciones tienen su estructura original prácticamente desaparecida, en un estado ruinoso casi absoluto, así que en ellas es necesario replantear una reconstrucción total, aunque adaptada a las nuevas circunstancias de los barrios circundantes.
Esa manzana o barrio podría ser cualquiera de las distintas áreas, continentes o regiones de nuestro planeta, la calle en abandono sería buena parte de su naturaleza amenazada. Las edificaciones que pueden restaurarse son algunos de los ecosistemas y las especies que se mantienen mejor o peor conservados, y las que necesitan una reconstrucción total adecuada a las nuevas circunstancias, caso a caso, son esos ecosistemas y especies que desaparecieron para siempre por causa de una profunda humanización del territorio.

miércoles, 7 de enero de 2015

¿QUÉ ES "REWILDING"?




En el primer bloque sobre la Historia de lo humano visto hasta ahora en Tierra Sylvana hemos avanzado de forma muy rápida y resumida hasta adentrarnos en aquellos momentos en que nuestra especie, Homo sapiens, surgió en algún punto del Este de África para expandirse desde allí por el resto de los continentes en un proceso de conquista que aún no conoce límites y que va más allá incluso de nuestro propio planeta.
Sin embargo esta dinámica de logros para los humanos modernos fue acompañada por una estela de modificación de las condiciones hasta entonces imperantes en esos espacios que, con el paso de los milenios, y desde los mismos inicios de nuestra presencia, han sido transformados de forma significativa por nuestro impacto.
Esta sucesión de entradas sobre los orígenes de la Humanidad enlaza directamente con lo expuesto en uno de los primeros post del blog que hablaba sobre que nunca tal insignificancia, como la humana, a escala planetaria, fue tan relevante al mismo nivel. Del mismo modo sirven también de nexo con el que probablemente va a ser y será el tema más relevante del nuevo blog, el rewilding o restauración de los ecosistemas.
Seguiremos más adelante con la vertiente histórica, pero ha llegado ya el momento de tomar en consideración el concepto rewilding, muy de moda en los últimos años y que espero que con el paso del tiempo llegue a tener algún día, desde nuestras acciones humanas, tanto impacto en positivo como otros en negativo hemos dispersado por el mundo a lo largo de nuestra existencia.

¿Qué es “rewilding”?...En esta larga entrada intentaremos aproximarnos un poco al concepto.

HUMANO MODERNO: LA APARICIÓN DE HOMO SAPIENS.




Una imagen idealizada de aquel humano arcaico, y sus posteriores formas anatómicamente modernas, que intento plasmar en la fotografía envejecida de portada, nos llevaría hasta un tipo humano de altura muy similar a la nuestra, seguramente de piel oscura, bien adaptada a la exposición solar de la región tropical, con cráneo moderno de entre 1.250 y 1.400 cm2, o lo que es lo mismo, la capacidad propia de nuestra especie actual, con algunos rasgos ancestrales como la mandíbula huidiza o los arcos superciliares más marcados que en el presente, pero no tanto como en tipos anteriores.




Sin embargo, intentar recrear una imagen única de esta variedad tipológica carecería casi de toda realidad, ya que si aceptamos que pudo producirse cierta hibridación con componentes de otros territorios del Viejo Mundo, como neandertales de Europa, denisovanos del Asia Central, e incluso erectus tardíos del sudeste asiático y quizá hombres del ciervo rojo de China, podemos y debemos presuponer que en África, tal proceso de hibridación o cruza con poblaciones colindantes y genéticamente más próximas debió de ser consecuentemente mucho más frecuente, sirva como ejemplo la pervivencia tardía de humanos de tipología arcaica en Iwo Eleru (Nigeria) hace tan sólo 13.000 años, y su posible relación con ciertos estudios de ADN de poblaciones modernas actuales que reflejan marcadores genéticos en algunos humanos del presente con más de 300.000 años de antigüedad.

NEANDERTAL: VÍCTIMA DEL PESO DEL "EVOLUCIONISMO".




Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el estudio sobre el pasado de la humanidad radica en el hecho de que normalmente se busca un sensacionalismo y exclusividad en los resultados de las investigaciones que apoyen o justifiquen el esfuerzo empleado por sus autores.
Con el paso del tiempo, terminas por acostumbrarte a ver grandes titulares que parecen conclusiones definitivas y absolutas, pero que al cabo de unos meses o años, quedan en agua de borrajas superados por nuevos planteamientos. En este sentido, no me cansaré de recordar la frase de un profesor de historia, que tuve hace ya muchos años, que insistía en hacernos comprender que si bien en matemática dos más dos suman siempre cuatro, en historia, dependiendo del momento y del autor, el resultado suele ser casi siempre muy distinto...qué decir entonces en prehistoria.

EL HOMBRE DE NEANDERTAL.




Pocos temas científicos han sido capaces de llegar al gran público como el que hoy nos ocupa, el del Hombre de Neandertal.
La fascinación que sentimos por la historia de esta “especie”, desde su descubrimiento, ha permitido al ciudadano medio un conocimiento bastante aproximado acerca de un momento concreto de la prehistoria humana.
Sin embargo, existen una serie de estereotipos, comúnmente aceptados, que distan bastante de aproximarse a una compleja realidad, dejando muchas preguntas sin respuesta en el tintero.
Para empezar a hablar del Hombre de Neandertal debemos partir de una premisa que normalmente no se tiene en demasiada consideración, y es que, pese a ser una de las “especies” mejor representadas en el registro fósil, tan sólo disponemos de restos atribuibles a poco más de cuatrocientos individuos, lo que resulta sin duda una base muy pobre para extraer conclusiones definitivas sobre procesos de evolución, desarrollo, convivencia, patrones de conducta o relación con los sapiens modernos.

domingo, 4 de enero de 2015

HOMO ERGASTER: EL GRAN VIAJERO.




Si ya resulta complicado definir y acotar los límites de una especie dentro de un mismo género en el presente, imaginen cuánto más no lo será  hacerlo con aquellas ya desaparecidas hace miles de años, de las que apenas tenemos restos para estudiar.
Siguiendo el modelo evolutivo es hasta cierto punto comprensible y necesaria la secuenciación establecida por la Paleoantropología a la hora de intentar plasmar una serie de eslabones que con el transcurrir del tiempo, han ido dando paso a distintas especies, sin aparente relación directa entre sí.
Sin embargo, no son pocos los autores que disienten a la hora de aceptar muchos de esos nuevos "eslabones", sobre todo en lo referido a los homínidos, que tantas pasiones y recelos despiertan por su vinculación con nuestro propio origen.
Estas diferencias vienen fundamentadas por detalles poco sólidos o concluyentes que ponen en tela de juicio una tendencia demasiado de moda que parece consistir en encontrar especies distintas, que encajan y refuerzan un modelo evolutivo fuera de cualquier duda, pero que en ocasiones se localizan en demasía, queriendo dotar a cada área de un componente nuevo y, por qué no decirlo, un sensacionalismo que pone a los restos descubiertos y a sus autores en primera línea del ámbito científico. Pero estos criterios, a la hora de describir y aceptar nuevos homínidos, a día de hoy, siguen siendo muy subjetivos y no necesariamente son compartidos por todos los miembros de la comunidad científica, aunque de forma habitual los encontremos como dogmas y referencias obligatorias en cualquier manual o trabajo accesible al ciudadano medio.

EN BUSCA DE LA CUNA DE LA HUMANIDAD.




El Gran Valle del Rift fue casi con toda probabilidad la cuna de la Humanidad, el lugar donde los primeros ancestros de nuestra línea directa aparecieron para comenzar una larga travesía que llegó hasta nosotros, y que sigue su camino a través de nuestra especie hoy en día, hasta quién sabe dónde.
Dentro de este espacio primigenio la Garganta de Olduvai (Oldupai) es un referente imprescindible a la hora de aproximarnos a aquellos tiempos que olvidamos como especie.
En ella se han hallado restos arqueológicos de entre los más antiguos de todo el planeta, en niveles de hace alrededor de más de dos millones de años, donde asociada a restos de boisei y habilis se ha podido documentar la industria lítica más primitiva, a base de lascas y cantos.

Pero veamos un poco más de aquel nacimiento de lo humano…

SOBRE NUESTRA EVOLUCIÓN.




Evolución...¿Cómo definimos actualmente el término “evolución”?;
Académicamente consideramos evolución al proceso transformaciones continuas o cambios sucesivos de las especies que,  a través de distintas generaciones y la selección natural, ha posibilitado las diversas formas de vida que existen sobre el planeta, partiendo de antepasados comunes. Todo ello se basa en la teoría científica de Charles Darwin, y si bien ésta está totalmente aceptada entre la comunidad científica, los mecanismos que explican dicho proceso, quedan todavía totalmente expuestos a revisión y estudio constante, y las hipótesis continúan hoy siendo formuladas por muchos de ellos.
Queda claro pues que Evolución es un proceso de cambio. Lo que sigue abierto es el debate en cuanto a qué, cuáles o cuántos, son los mecanismos que intervienen en dicho proceso.

viernes, 2 de enero de 2015

RASTREANDO LOS ORÍGENES DE LO HUMANO.




Hablar de la prehistoria del hombre supone adentrarse de lleno en el terreno de lo desconocido, un sinfín de preguntas sin respuestas definitivas que intentan llenar el vacío de lo que ya les he presenté en mi anterior etapa como “un tiempo que olvidamos”.

Hace algo menos de dos millones de años la Tierra atravesaba una fase climática glaciar conocida hoy como Donau, encuadrada ya dentro del Cuaternario. La expansión de los hielos desde los polos había propiciado el descenso del nivel de las aguas oceánicas a nivel planetario, favoreciendo la caída de las temperaturas, una menor humedad y el consiguiente aumento de los ecosistemas fríos y secos, de tipo estepario.
En ella sabemos que estuvieron ya quienes, con toda seguridad, podemos denominar humanos. Sin embargo, aquellos ancestros, aquellos abuelos de los que descendemos todos los hombres y mujeres del presente, compartían escenario con otros seres muy parecidos de los que hoy no tenemos referentes, pues tan sólo nos quedan parientes bastante más lejanos, que conocemos como chimpancés.

EL CUATERNARIO Y SUS ETAPAS.




Como ya he comentado, la evolución de la fauna en el mundo ha sido, es y será, un continuo ir y venir de especies en el tiempo condicionado por varios factores como la adaptación al medio, la competitividad, la especialización o el aislamiento.
El primero de ellos ha sido, desde siempre, el cambio climático.
Sabido es por todos que nuestro planeta no mantiene un clima, y por lo tanto, unos ecosistemas constantes a lo largo de la Historia (entendida ésta como miles o millones de años).
Cambios en el eje de la Tierra, la variación de su órbita respecto al Sol, el desplazamiento de los polos o la caída de grandes meteoritos desde el espacio, han modificado a lo largo de los tiempos el clima de las distintas regiones del planeta.
Estas transformaciones del clima, y por consiguiente, de la vegetación, llevaron implícita la extinción, la retirada, la adaptación, la evolución, el avance o la llegada a nuevos territorios, de miles de especies a lo largo de la historia de la Tierra.

LA EVOLUCIÓN HACIA UNA HUMANIDAD POSITIVA.



Actualmente nos encontramos en la era de la revolución biotecnológica, y posiblemente, aunque no nos demos cuenta, los Homo sapiens estamos evolucionando ya hacia una nueva especie o subespecie. Muchos se escandalizan porque lo estemos haciendo de forma, según ellos, “artificial”, sin caer en la cuenta, una vez más, de que todo lo producido por el hombre forma parte de la Naturaleza, no es algo ajeno a ella.
Hoy en día la clonación de órganos vitales, o la búsqueda de genes beneficiosos en contra de los malignos, es un hecho consumado que si no se generaliza es más bien por cuestiones éticas y morales que por posibilidades reales de llevarlo a cabo.
El ser humano, en pocos años, habrá sido capaz de crear al “superhombre”, entendiendo como tal a aquel ser capacitado para superar enfermedades de todo tipo que hasta hoy le han supuesto una traba en su existencia, un humano capaz de prolongar su esperanza de vida muy por encima de los cien años. Quién sabe si en un futuro lejano no seremos capaces, una vez secuenciados, de encontrar utilidad a los genes de otras especies animales y acoplarlos a la nuestra, por ejemplo para respirar bajo el agua o lo que se nos ocurra…
¿Dónde radica pues el problema?. Es un tema verdaderamente peliagudo...

NUNCA TAL INSIGNIFICANCIA RESULTÓ TAN RELEVANTE...



Antes de empezar a hablar sobre el Cuaternario, permítanme un breve apunte sobre la finalidad última del Ecologismo o Conservacionismo. Éste se fundamenta en la idea de entender que somos parte de un todo, algo que afecta a un objetivo común; el bien de nuestra especie. 
Les pido pues un poco de paciencia y me permito la licencia de insertar en este post a modo de prólogo de la Historia, una reflexión que nos ayudará a comprender mejor que el debate sobre el saber, las ideas y los conceptos no es algo cerrado, sino abierto y necesario, y por otro lado, inseparable de cualquier disciplina que sea objeto de estudio.

jueves, 1 de enero de 2015

GÉNESIS.




Hubo un tiempo, que no fue tiempo, un lugar, que no fue lugar, y un algo, que no fue algo, pues era nada. Allí comenzó una historia, la de un tiempo que olvidamos y la de otro que evoluciona, y una parte de esa historia, queridos lectores, es la que a partir de hoy voy a intentar contar…

SOBRE EL AUTOR.

Estos días, haciendo cambios en el blog o construyendo el nuevo, me ha dado por trastear un poquito con el perfil de Google+ y todas esas cosas a las que de normal apenas presto atención alguna. 
Cuál ha sido mi sorpresa al observar que el mencionado perfil de Sylvanus Kilet, o sea, con el que hasta ahora les escribía bajo pseudónimo más bien por mantener el nombre ya empleado en otros espacios, contabilizaba un total de un millón trescientas ochenta y tres mil vistas...¿¿??.  Imaginen mi desconcierto, ¿se hacen una idea?. Desde luego yo no, ni la más remota idea de lo que ello significa, o cómo debo interpretarlo, pero en cualquier caso, pudiera ser que algunos sientan curiosidad por conocer alguna pincelada de la vida personal del autor.


Bueno, justo será compartir un poco con aquellos que han tenido la deferencia de seguir El Tiempo Que Olvidamos y ahora, Tierra Sylvana, aunque ya les adelanto que no hay nada sorprendente ni digno de mención más allá de ser un numerito más, de esos siete mil millones que formamos la especie humana. Lo digo por si quieren evitarse el "tostón".

OBJETIVOS.




Los objetivos del autor en este blog, bautizado como Tierra Sylvana, son exactamente los mismos que los ya expuestos en El Tiempo Que Olvidamos, así que traslado aquí, directamente, algunos de los fragmentos ya publicados en mi entrada de Presentación de la anterior plataforma divulgativa.

AMANECE...




1 de Enero del año 2015 d.C.
Amanece en Tierra Sylvana.
Un nuevo día, un nuevo año, una nueva etapa, un nuevo espacio.
Pero no tan nuevo…
En no pocas ocasiones EL TIEMPO QUE OLVIDAMOS parece desterrado más y más por el paso de los años, sin embargo, cuando éste responde a un impulso que late en lo más profundo del ser, permanece siempre, agazapado pero vivo, en algún lugar de nosotros.

PREÁMBULO.




En algún punto de nuestra Galaxia, dentro de mucho, mucho tiempo…Aunque no tanto.