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jueves, 12 de febrero de 2015

CÉRVIDOS (II).





Ciervos y gamos completan la lista de cérvidos europeos presentes en el continente durante los últimos 125.000 años.
Hoy en día se encuentran muy bien distribuidos a lo largo y ancho de Europa, siendo muy apreciados entre el sector cinegético, que en estos casos, ha contribuido de manera notable al restablecimiento de sus poblaciones durante el último siglo.
Sin embargo, ciertas medidas tomadas por distintas administraciones, al menos en nuestro país, ponen en riesgo la expansión definitiva por el territorio de tan característicos representantes faunísticos. 
Medidas emprendidas para frenar la conflictividad con el ser humano, dada su abundante presencia en determinadas zonas, que en contra de reorientarse hacia proyectos de translocación a otras áreas donde aún están ausentes, o paliar los efectos de su superpoblación a través de la reintroducción de sus depredadores (en este caso el lobo), pasan directamente por exterminar de forma masiva a miles de ejemplares.
Y también otras, relacionadas con criterios subjetivos y bastante desacertados respecto a la supuesta aloctonía o autoctonía, afectan en este sentido.
Veamos más detenidamente estas cuestiones centrando el artículo en clave hispana.


Ciervo común (Cervus elaphus).
El ciervo común o venado (Cervus elaphus) es el ungulado salvaje ibérico de mayor tamaño en la actualidad, y siempre se ha considerado pieza cinegética por excelencia, ya desde tiempos antiguos, tal y como atestiguan las pinturas rupestres del Paleolítico.
Aunque prácticamente llegó a quedar recluido al cuadrante suroccidental de la Península Ibérica a principios del siglo XX, durante las últimas décadas, debido al abandono de los montes y las tareas agrícolas, y sobre todo gracias a las reintroducciones con fines cinegéticos, hoy vuelve a ocupar la mayor parte de su distribución original, y sólo falta en algunas zonas del oeste de Galicia, de la Meseta Castellana, Valle del Guadalquivir y zonas cercanas a la costa levantina.
Sus efectivos, en constante expansión, están fuera de peligro, estimándose entre trescientos y quinientos mil ejemplares.
El ciervo sólo necesita espacios con suficiente cobertura vegetal para desarrollar su ciclo vital, y se puede decir que actualmente (con la excepción de unos pocos enclaves privilegiados en donde es perseguido por el lobo) su único depredador es el hombre, que a través de la caza mata cada año miles de ejemplares, controlando así sus poblaciones en aumento.
Se prevé que el ciervo llegue de forma natural durante las próximas décadas hasta aquellas zonas donde todavía hoy está ausente.

Distribución geográfica del ciervo en España.

Sin embargo, y como ya les he apuntado, esto es sólo una previsión, pues lo planes emprendidos, especialmente desde inicios de la Crisis, pasan únicamente por exterminar al ciervo allí donde aumenta de manera notoria sus poblaciones, bajo la premisa de que hay que buscar la sostenibilidad con las actividades humanas, principalmente agrícolas y de pastos para el ganado, en dichas zonas.
Y es que, durante los últimos años estamos asistiendo a un importante aumento poblacional de ungulados silvestres en buena parte de España.
Esto, lejos de ser un problema de proporciones dantescas, como algunos pretenden hacer ver, no es sino la lógica consecuencia de varios factores: Una mayor concienciación respecto a la protección de la fauna, que por fin aumenta poblaciones para según qué especies, ocupación de nuevos ecosistemas naturales aparecidos tras el abandono de las actividades rurales y la disminución de la cabaña ganadera, una mayor regulación y control sobre la práctica cinegética, donde se persigue el furtivismo y se fomentan las repoblaciones y translocaciones entre cotos, y la inexistencia de predadores naturales como el lobo, que deberían estar de igual forma presentes para regular el número de ejemplares de herbívoros.
Así pues, si exceptuamos el tema de la inexistencia de predadores como el lobo, esta circunstancia de aumento de ungulados silvestres debería contemplarse como lo que en realidad es, un auténtico triunfo de la conservación de especies y espacios silvestres que no ha venido tanto de la actuación directa de la Administración, sino como consecuencia de otros factores coyunturales.

Dicho esto, cabría preguntarse si es necesario algún tipo de control para contrarrestar el efecto “nocivo” que esta fauna necesaria puede representar para ciertas comunidades rurales, en extremos muy puntuales, y, en caso afirmativo, cuál sería exactamente ese modelo coherente que no pasara por el exterminio masivo constante, a escala inaceptable, que se está permitiendo en muchas áreas del país.




Conocemos ya como incluso en espacios que supuestamente gozan de la más extrema protección a nivel estatal, como  son los parques nacionales, se está llevando a cabo esta política de exterminio masivo, enmascarada bajo el título de “control poblacional”.
En Guadarrama (Parque Nacional) la Consejería de Medio Ambiente se propuso en 2013 reducir en cinco años a la mitad la población de cabra ibérica, para ello llegó a un acuerdo con una “asociación deportiva” para que diez arqueros abatieran un total de 750 cabras salvajes. Al menos en este espacio concreto, las administraciones correspondientes han tenido la delicadeza, y buen tino, de ceder bastantes ejemplares a Francia para que repueble con ellas el Pirineo. Algo digno de alabanza. Y también parecen estar procurando un espacio al lobo que ha llegado después de muchos años para instalarse en el mismo Parque Nacional. De momento, por tanto, se puede decir que en este caso se ha actuado dentro de unos parámetros aceptables, con lógica, coherencia y sentido común.
Mucho peor les va a los ciervos de los Parques Nacionales de Monfragüe y Cabañeros, que a día de hoy, a mi juicio, son una auténtica vergüenza en cuanto a gestión, conservación, protección y recuperación de especies,
En ellos se ha se llegado al extremo de declarar zona de emergencia cinegética, hasta reducir el número de cabezas de ciervos a la mitad y la libre caza todo el año y en todas las explotaciones de jabalí.
Lo mismo podemos decir de las poblaciones de ciervos en el Alto Tajo, Montes Universales y Serranía de Cuenca, que parecen poco menos que Emergencia Nacional, y donde se han llegado a matar más de mil ciervos…¡mil!, en los últimos ocho meses en la zona, entre ellos, ciervas preñadas.
Medio Ambiente de Aragón no se queda corto y autoriza ahora la intensificación de la presión cinegética en la reserva de Montes Universales, y fomenta la caza de hembras en los cotos colindantes sin ningún tipo de restricción.


Así, se contemplan las siguientes cifras, escalofriantes e inaceptables: Abatir 1.500 ejemplares de septiembre a diciembre de 2014, 1.300 ejemplares durante el año 2015, 1.200 ejemplares durante el año 2016…
Ningún territorio parece ajeno a tales medidas de control. 



En mi tierra, Valencia, por ejemplo, encontramos la nueva comisión que se encargará de “controlar” los daños de la fauna silvestre, y a lo largo y ancho del país, podemos encontrar respuestas similares, y ni digamos ya en el caso del jabalí.
Como conclusión a toda esta vorágine, me formulo una serie de preguntas:
¿Hemos estado trabajando durante casi cuatro décadas para restablecer la fauna de un país para, cuando ésta alcanza niveles óptimos y lógicos de expansión, exterminarla? ¿Por qué?.
¿Es posible que en algunas zonas concretas las poblaciones se disparen más allá de cifras asumibles porque no se ha completado el círculo natural, el equilibrio de la pirámide ecológica?.
¿Dónde están los lobos y los linces que deben controlar ungulados y lagomorfos?. ¿Cómo es posible su ausencia en los territorios de máxima protección y conservación de los elementos faunísticos más representativos de los ecosistemas, véase parques Nacionales?.
¿Qué hay del papel de los herbívoros salvajes a la hora de realizar las tareas de cuidados de monte que no se están llevando a cabo por parte de las brigadas forestales?, ¿nos quejaremos después de los montes llenos de broza y arbustos, que prenden como polvorines durante el verano?.
¿Por qué es necesario abatir miles y miles de ejemplares cuando estas especies son escasas o inexistentes en otras zonas del país?.
¿No sería más lógico emprender proyectos de translocación a gran escala, aunque para ello se aceptara y contara con el trabajo y la colaboración de voluntarios y asociaciones conservacionistas?.


Por ejemplo, en Murcia se está intentando devolver al medio al ciervo, la cabra hispánica y el corzo, que hoy en día son los grandes ausentes de su fauna, o muy escasos.
Aquí tendrían una estupenda oportunidad de contar con ejemplares prácticamente gratis.



En muchas zonas de la Comunidad Valenciana o Cataluña, como por ejemplo la Reserva de los Puertos de Beceite o la Tinença, el ciervo mantiene una presencia muy testimonial, y lo mismo sucede con la especie en Galicia…¿A qué esperan pues, en vez de exterminarlos de forma masiva?.
Muchas otras sierras de Valencia y Alicante, algunas emblemáticas y hasta bajo la figura de parques naturales, carecen aún de la mayoría de estos ungulados, véanse Espadán, Calderona o Mariola, donde podría repoblarse con ciervo y cabra hispánica, que ayudarían, y mucho, en la prevención de incendios forestales en estas áreas siempre al filo de la navaja en cuanto a la acción devastadora del fuego se refiere.
Una verdadera lástima y una nefasta gestión de espacios y especies que debe cambiar, sí o sí, y con urgencia, y de la que volveremos a hablar cuando tratemos el tema de los grandes predadores.

Pero no sólo de controles poblacionales se nutre la insensatez de la supuesta conservación de la fauna en nuestro país.
Otro terrible azote se cierne como peligro al parecer incuestionable, las supuestas autoctonías y aloctonías, de las que hablaré detenidamente en un artículo posterior.

Gamo (Dama dama).

El gamo (Dama dama), probablemente el más hermoso de los cérvidos, es una de esas especies injustamente tratadas por los actuales criterios faunísticos empleados por el humano para sentenciar qué fauna debe habitar o no un territorio concreto.
Acusado de alóctono y competidor con la fauna “nativa”, cabría pararse a pensar en nuestra propia aparición en Europa, hace apenas 40.000 años, y en su presencia ininterrumpida en el continente, desde hace al menos 400.000 años, sin contar con su ascendencia directa a través de otra especie del género, conocida como Dama nestii, presente desde casi dos millones atrás y de la que parece haber evolucionado nuestro paleto mediterráneo, para poder hablar con un mínimo de propiedad sobre el concepto "autóctono" o "alóctono", que al parecer, basa su criterio en el absurdo matiz de que una especie estuviera o no presente en el territorio desde la llegada del Holoceno.
Y es que sólo un corto espacio temporal deja un pequeño vacío, lleno de incógnitas por resolver, en el que sus restos no se encuentran en nuestra península.
Junto con el muflón, el gamo es considerado hoy como una especie alóctona en España, esto es, no nativa, y por ende, susceptible de quedar en el punto de mira por posible competencia con otras especies de remarcada autoctonía, como el ciervo, el corzo, o la cabra montés.
Respecto al muflón y el gamo,por ejemplo la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía dice que sólo se contempla un aprovechamiento normal en aquellos terrenos cinegéticos con introducción autorizada de estas especies. En el resto de casos, todas las medidas irán encaminadas a reducir la densidad poblacional, a favor del ciervo y, en su caso, del corzo. Con esta medida, además de aumentar la carga a favor de las especies autóctonas, disminuye el riesgo sanitario al reducir la variabilidad de vectores y evitar el desplazamiento que ambas especies realizan sobre las autóctonas en los hábitats mejores.

Si el caso del muflón, pese a constatarse en un pasado “reciente” la existencia de ovinos salvajes en la península, puede presentar algunas dudas, el del gamo es un clarísimo ejemplo de sinsentido e ineptitud, aplicado como un claro motivo de merma de la biodiverisdad en cuanto a grandes mamíferos se refiere.

Gamo en la nieve.
Hasta hace poco se consideraba que el gamo había desaparecido de Europa, debido a cambios climáticos, a finales del último interglaciar e inicios de la última glaciación, hace unos 100.000 años, en base a la inexistencia o escasez de restos de la especie en el continente a partir de esas fechas.
Su reaparición en el continente, en tiempos históricos, se propuso como fruto de la acción del hombre, que lo habría reintroducido en algunos puntos del Mediterráneo durante época fenicia o romana.
Posteriormente se ha empezado a aceptar el hecho de que poblaciones relictas de la especie hubieran sobrevivido no sólo en Turquía, sino también en algunas zonas del sur de los Balcanes e Italia, en base a ciertas evidencias que señalan su presencia en tiempos muy tempranos del período Holoceno.


Como muestra, los grabados rupestres de la Gruta de Addaura, en Sicilia, un buen ejemplo donde podemos observar claramente un gamo junto a humanos. Estos grabados están datados en fechas mesolíticas, en un indefinido intervalo temporal de 11.000 a 8.000 años antes del presente.
Recientes estudios, señalan y apuntan también hacia una supervivencia que supera en mucho la entrada al último período glaciar en nuestro país.
Así, no sólo aparecen sus restos a inicios de la glaciación, hace 90.000 años en Madrid (Cueva del Camino, Pinilla del Valle) y 85.000 en Cataluña (Cova del Rinoceront), sino que encontramos los hallazgos recientes más sorprendentes, datados en la Cueva de Higueral de Motillas (Cádiz), que ofrecen restos de gamo que prueban su supervivencia, aun relicta, en el extremo sur peninsular en época solutrense, el momento más frío del último período glaciar, el máximo glacial de hace 21.000-18.000 años, y asociados a la caza del ser humano…
Teniendo en cuenta que al mismo Equus hydruntinus, équido estenónido mal denominado “asno salvaje europeo”, se le consideraba extinto en la península en fechas similares al gamo, descubriéndose más tarde restos de la época del bronce en el sureste peninsular, y siendo después (al igual que el gamo) citada la encebra o zebro, por autores medievales, ¿sería muy descabellado pensar en la supervivencia y continuidad del gamo, de forma testimonial, en algunas zonas del sur peninsular hasta la llegada de tiempos más propicios a su expansión, que aún no se sabe cómo, ni está probada ni documentada su llegada, parece aceptada en tiempos de los romanos?.
Para algunos autores aún prevalece la idea de que el gamo fue reintroducido, incluso en tiempos tan antiguos como 4.000 años atrás, por algunos pueblos de ese período, en Balcanes y sur de Francia, desde Turquía. Para otros, ocurrió lo mismo en Iberia en época romana.

Distribución geográfica del gamo en España.

Y de cualquier forma, en época medieval, el gamo estaba ya muy bien representado por diversas zonas de nuestra Península.
Alfonso XI, en el S.XIV, ordenó que en el término de Murcia, "ninguno sea osado de matar puerco, ni oso, ni gamo, ni con ballesta ni con cepo, ni con otro armadijo…”.
En el S. XV abundaba  entre Guadix y Almería, y fue protegido en el entorno de la ciudad de Granada en 1499.
Antes de las reintroducciones llevadas a cabo en el S.XX (Cazorla, Serranía de Cuenca, Valencia, Alicante, Pirineo Catalán…), el gamo habitó, desde al menos la Edad Media, buena parte del país, estando aún presente con toda seguridad, a finales del siglo XIX, en Sierra Morena, Cuenca del Tajo y Montes de Toledo.
¿Se puede tener la desfachatez de seguir considerando al gamo alóctono?.
Plantearse si quiera la aloctonía del gamo, o un posible control de esta especie en supuesto favor de otras es, en mi opinión, una auténtica barbaridad que no se sostiene atendiendo a que estaba presente en España cientos de miles de años antes del asentamiento de ciervos o cabras ibéricas, y que convivió con estas especies de forma natural, y sin catastrofismos, hasta verse arrinconado durante el último máximo glacial. 

Manada de gamos.

Aun aceptando que pudiera haber desaparecido hace18.000 años, cabría preguntarse, además, por qué no lo hizo en anteriores períodos glaciares de igual incidencia extrema climática, y cuánto tuvo que ver la llegada del hombre moderno a nuestra península, hace 40/35.000 años, para que la especie, acantonada en su refugio meridional ibérico, fuera exterminada (si es que lo fue por completo), dado que hasta en esas fechas, se ha constatado su caza por parte de los cazadores-recolectores presentes entonces en la provincia de Cádiz.
Por último, no es menos sorprendente que nadie se cuestione la autoctonía del meloncillo, la gineta, o la garduña, especies hoy totalmente representativas del ecosistema mediterráneo ibérico, que no aparecen hasta tiempos históricos los dos primeros (reintroducciones de fenicios y árabes), o hasta inicios del Neolítico la garduña, ni por ejemplo, su posible efecto competencia con el amenazadísimo lince ibérico, sabiendo como sabemos, que frecuentemente depredan sobre conejos, base de la alimentación del gato manchado, algo que por otro lado matizo, sería otra barbaridad bajo mi punto de vista.
Pero, ¿por qué unos sí y otros no?…








Crédito de imágenes:

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Foto 2: Imágen libre de derechos de Wikimedia Commons.
Foto 3: Miguel Llabata.
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4 comentarios:

  1. Buen articulo como siempre Miguel. Sinceramente en cuanto al gamo me parece que no es descabellado pensar que pudiese haber sobrevivido en ciertos reductos peninsulares hasta que se diesen unas condiciones mejores para su expansion. Pero aun asi es posible que estuviese mas extendido de lo que pensamos. Estamos hablando de un animal muy adaptable, se le puede encontrar en el monte mediterraneo, en el bosque atlantico, en las zonas humedas y hasta en las serranias (Yo mismo los he visto en la Serrania de Cuenca tan campantes), es decir, que sobrevive en muchos tipos de habitats, incluso por su cornamenta he llegado a pensar que esta echo para climas frios (la cornamenta en forma de pala le debe ser util para apartar la nieve y llegar a los brotes de debajo de ella con mayor facilidad que en el ciervo rojo, al menos esa es la hipotesis que sostengo) y aun asi tambien prospera en climas calidos, lo cual vengo a decir que seria muy raro su desaparicion por el clima y en el caso de que asi hubiese sido seria un "expediente X" como el leopardo europeo, un misterio. En cuanto al ciervo coincido que es una verguenza su gestion. Siempre sera asi mientras el lobby cinegetico se imponga sobre todo lo demas y no se de cabida a otras alternativas. Soy manchego y he visitado el parque de Cabañeros muchas veces, y casi estoy seguro de que el mismo parque es un criadero de ciervos, he visto los corrales donde los "capturan" pero su destino son las fincas de caza de alrededor del parque donde se celebran monterias. Y si recordamos los despropositos mas actuales, como las monterias "secretas" echas hace poco y que cierta persona que pertenece a la cupula del poder politico se haya estado construyendo una mansion dentro del parque nos podemos esperar cualquier cosa. Un saludo

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    1. Hola anónimo. Bienvenido y gracias por participar en Tierra Sylvana.
      No soy contrario a una gestión cinegética regulada, de hecho me parece que gracias a ella, y en el caso de los ungulados, tenemos hoy distribuidas a muchas especies a lo largo y ancho del país. Tampoco me parece mal, hasta cierto punto, buscar una sostenibilidad o compatibilidad de las especies salvajes con nuestra presencia. Son dinámicas comprensibles y asumibles siempre y cuando prevalezca la recuperación efectiva de las especies en todos los espacios disponibles.
      Pero es que todo ello tiene una vertiente que está ocultando enormes despropósitos, sobre todo referido a los grandes predadores.
      Y esto nos lleva al tema de los parques nacionales, muchos de los cuales, por no decir todos, son una vergüenza en mayúsculas, y no cumplen con los parámetros para los que han sido declarados, o al menos no para objetivos concretos, sobre todo, y una vez más, centrados en los grandes depredadores.
      Clama al cielo andar "lloriqueando" por las "plagas" de ungulados (ciervos, cabras, jabalíes, corzos), pero al mismo tiempo impedir la reintroducción y asentamiento del lobo en todas aquellas zonas en las que tiene nicho y presas de sobra, que no serían "plagas" si ayudara notablemente a su regulación, que por otro lado recaería sobre todo en los ejemplares enfermos o viejos, en definitiva menos preparados, lo que a su vez estaría aumentando la calidad de trofeos entre el sector cinegético. ¡Ah amigo!, pero es que se escucha la palabra "lobo" y aquí todo el mundo se pone nervioso...Claro de aquellos barros estos lodos, luego a quejarse de plagas y a darle al gatillazo del exterminio masivo, algo que por otro lado ni siquiera es un factor beneficioso para el sector cinegético, porque esto es sólo exterminar por exterminar, "controlar" lo que otro elemento natural debería estar ayudando a controlar, siendo así consecuentes con una verdadera política de conservación y recuperación de especies y el mantenimiento de los entornos naturales de nuestro medio ambiente.
      Pero iremos hablando de todo ello más adelante, claro que sí. El rewilding empieza por conservar, afianzar y recuperar en todos los espacios naturales existentes lo que ya tenemos en otras zonas, y en esto queda mucho en qué profundizar y trabajar, para ir consiguiendo logros mayores.

      Respecto al gamo, yo estoy convencido de que en su momento competitivo con otras especies, y en su adaptación a las duras condiciones, fue sentenciado por nuestra llegada, como tanta otra fauna de entonces.
      Tengo ya más dudas de si pudo o no sobrevivir de forma relicta hasta tiempos históricos, pero en cualquier caso, es una especie tan ibérica como cualquier otra, y desde luego mucho más antigua en esta tierra que nosotros, los humanos modernos.

      Saludos.

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  2. É verdade, até aqui em Portugal temos uma ideia errada em relação ao gamo, mas faz todo o sentido que seja autóctone, pelo que aprendi muito com os teus textos. Adoraria ter aqui na região norte de Portugal gamos em estado selvagem,bem como Corcos e veados,
    Saludos

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    1. Rui Olá!, Eu senti sua falta por aqui!. Bem-vindo à Tierra Sylvana, eu espero que você achar que é tão interessante quanto El Tiempo Que Olvidamos.
      Bem, eu não sei como ele funciona em Portugal o tema da caça, mas aqui na Espanha, em terrenos privados, a posse do gamo é possível, portanto, eles são bastante espalhadas por todo o país e muitos escaparam formando populações selvagens.
      Não têm gamos em Faia Brava? É relativamente perto do norte de Portugal, certo?.
      Eu suponho que você pensa mais para a regiôes do Peneda-Gerês e Montesinho.
      Bem, o tempo a tempo, talvez no futuro.

      Desculpe se o meu Português não é muito bom. Eu traduzi-lo como eu posso, mais é suficiente para entendernos.

      Gran saudaçâo!.




      ¡Hola Rui!, ¡te echaba de menos por aquí!. Bienvenido a Tierra Sylvana, espero que te resulte tan interesante como El Tiempo Que Olvidamos.
      Bueno, no sé cómo funciona en Portugal el tema de la caza, aquí en España, en cotos privados, tener gamos es posible, por eso están bastante repartidos por el país, y algunos escapan formando poblaciones en libertad.
      ¿No tenían gamos en Faia Brava?, está relativamente cerca del norte de Portugal ¿no?.
      Supongo que te referirás más a la zona de Montesinho y de Peneda-Geres.
      Bueno, tiempo al tiempo, quizás en un futuro.
      Perdona por mi portugués, ya ves que no es muy bueno. Traduzco como puedo, pero nos basta para entendernos.

      ¡Gran saludo!.

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