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martes, 10 de febrero de 2015

HIPOPÓTAMOS.



El estudio sobre los distintos tipos de hipopótamos europeos del pasado se encuentra actualmente sometido a revisión. 
Muchas de las supuestas especies que se han propuesto a lo largo del tiempo están siendo reinterpretadas a partir de los restos fósiles, pues ya sabemos que en Paleontología la mínima variabilidad ha servido siempre de trampolín para crear tipos que delimiten y se encuadren en ciertos conjuntos de fauna que a su vez facilitan el establecer fases o etapas cronológicas.
Veamos a continuación algo más sobre este género, bien representado en el Cuaternario de Europa durante casi dos millones de años.

En los últimos años va prevaleciendo la visión que propone la aparición en África del género Hippopotamus a partir de Kenyapotamus, en las fases finales del Mioceno.
Con el paso del tiempo alguna línea de Hippopotamus evolucionó hacia formas mucho más ligadas al medio acuático, con especies de gran tamaño (casi el doble de los hipopótamos actuales), que presentaban una marcada cresta sagital, elevación de las fosas nasales, pronunciadas protuberancias oculares, y en general una cabeza más alargada y proyectada hacia el frente.
En África tuvieron como representante a Hippopotamus gorgops, mientras que en Europa (y probablemente el Norte de África) a Hippopotamus antiquus, al que encontramos ya presente a inicios del Calabriense en el continente. 
Algunos investigadores piensan que ambos tipos pudieran responder a una misma especie, debido a que apenas existe diferencia significativa entre ellas.
Por otro lado, en la región del este de África, el género Hippopotamus habría evolucionado también hacia otras formas con ciertas diferencias respecto a las anteriores, que hace unos 4 millones podían definirse ya como en la línea de los hipopótamos del presente a través de H. kaisensis, más tarde H. protoamphibius, y por último, hace 2’5 millones de años, Hippopotamus amphibius.


Hipopótamo antiguo (Hippopotamus antiquus).
El hipopótamo antiguo (Hippopotamus antiquus) aparece en yacimientos europeos desde hace al menos 1’8 millones de años, como especie mucho más ligada al medio acuático que el común. Con el paso de milenios va siendo sustituido por formas que disminuyen en tamaño, seguramente adaptadas a la periodicidad de fases frías y cálidas, y que a veces se han descrito como especies, quedando pues extinto al tipo antiquus hace medio millón de años. 



Sin embargo, estas otras formas catalogadas como especies han sido revisadas recientemente por expertos que se inclinan más por una cronoespeciación o subespeciación temporal, de tal modo que el descrito como Hippopotamus tiberinus del centro de Italia, no sería sino una forma menor de antiquus que prolongó su existencia en esta península durante algún período frío de aislamiento, llegando incluso hasta inicios del último período glaciar del Würm.

Por otro lado, el hipopótamo común comienza a aparecer en el registro de Europa hace alrededor de 700.000 años, y prolonga su existencia hasta bien entrado el Pleistoceno Superior.
En Gran Bretaña y en el Rhin se le encuentra todavía hace unos 125.000 años, durante el interglaciar RIss-Würm.
Sus últimas dataciones continentales aparecen, de momento, en los yacimientos de Sima de las Palomas, en Murcia (España), con cronología entre 55/34.000 B.P., así como en los de Valle Piniós (45/30.000 B.P.) y Cueva de Dyros (32.000 B.P.), en Grecia.
Al igual que sucedía con su pariente antiquus, en el pasado se ha descrito alguna forma distinta, como Hippopotamus incognitus, que hoy se descarta reinterpretándose dentro del rango de variabilidad específica de Hippopotamus amphibius.

Hipopótamo común (Hippopotamus amphibius).

Algunos de estos hipopótamos pleistocénicos llegaron en ciertos momentos a islas del Mediterráneo, en las que encontraron espacio y hábitat. Aislados, siguieron un camino propio de adaptación. Las veremos en su momento, cuando tratemos los capítulos de la sección dedicados a la serie Grandes Islas.

Los hipopótamos son animales territoriales, herbívoros, que suelen pasar la mayor parte del día en el agua, en grupos numerosos controlados por un gran macho que domina a las hembras y a los ejemplares jóvenes. Es durante la noche cuando el hipopótamo abandona el medio acuático para salir en busca del pasto que le sirve de alimento, pero como condición indispensable necesita de espacios lacustres para su supervivencia, así como de un clima hasta cierto punto templado y nunca árido hasta el punto de sequía prolongada.
Hoy en día los hipopótamos pueden parecer fuera de lugar en Europa, pero sólo porque los hemos conocido recientemente como propios del continente africano.
Sin embargo, y a pesar de que efectivamente se encuentran entre las especies más indicativas de climas templados con presencia abundante de humedales, su rango de hábitat específico podría ser mucho mayor de no haber mediado el impacto humano.
De hecho soportaron muy bien la alternancia de períodos glaciares e interglaciares en Europa durante 670.000 años, cuando desaparecen finalmente del registro coincidiendo con una fase extremadamente crítica de supervivencia que se aproximaba al pleniglacial y que aumentaría notablemente la sequedad, en detrimento de los humedales, pero sobre todo, y una vez más, conjugada precisamente con la aparición de Homo sapiens en el continente, que esta vez imposibilitaría la supervivencia de poblaciones relictas en los pocos hábitats favorables que se mantenían en el sur.


Hoy en día podemos comprobar como soportan muy bien el clima en los zoos de Europa, donde se reproducen con bastante frecuencia.
Aunque actualmente esté relegado por la presión humana al África subsahariana, todavía estaba presente en el norte de ese continente hace 5.000 años, en tiempos bíblicos (Edad del Hierro) se le podía encontrar hasta en Oriente Próximo, y en el propio Nilo perduró incluso en el Delta hasta hace apenas unas centurias.
No en vano, a principios del Holoceno, con el aumento de las temperaturas y la humedad, el hipopótamo debió experimentar una expansión poblacional notable que seguramente le llevó a recuperar parte de su antigua distribución que sin embargo se vería frenada por la acción del hombre y el avance del desierto sahariano.

Como ya sucedió en el pasado, el hipopótamo común habría pasado a engrosar nuevamente la lista de mamíferos europeos con el transcurso de los milenios, desde los deltas de los ríos que desembocaban en el Mediterráneo, principalmente el Nilo, pero también otros, y también siguiendo la costa y sus humedales (ya hemos mencionado que sobrevivió en Palestina en tiempos bíblicos), sin embargo el contacto con las primeras civilizaciones avanzadas en estas áreas frenó de forma dramática una recolonización que jamás llegó a buen fin, privando a Europa de estos colosos.








Crédito de imágenes:

Foto 1: Imagen libre de derechos de Wikimedia Commons.
Foto 2: Reconstrucción a partir de Imagen libre de derechos de Public Domain Images.
Foto 3: Óscar Martínez.
Foto 4: Imagen libre de derechos de Wikimedia Commons.

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6 comentarios:

  1. ¿Pero de verdad crees que es apto reintroducir el hipopótamo en España?

    Más que nada por el clima.

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    1. Hola Breda, encantado de tenerte de nuevo por aquí. Gracias por participa ua vez másr.
      Bueno, de las posibles reintroducciones y modelos hablaremos más en su capítulo correspondiente, pero desde luego, en este caso yo el problema lo vería más en la convivencia con un ser humano no acostumbrado a él durante milenios y milenios en nuestro territorio, pero hipotéticamente, sin contemplar esto, sólo desde el punto de vista de si sería posible o no su aclimatación, estoy totalmente seguro de que sería posible en humedales de la zona meso y termomediterránea, sin ninguna duda, como lo sería también en el sur de Portugal, Francia, buena parte de Italia y Grecia.
      Pero es que incluso, como ser posible, creo que también podría lograrse en áreas atlánticas templadas, aunque quizá resultara más complicado en zonas continentales donde los inviernos rigurosos lo harían bastante más difícil.
      Por extraño que nos parezca, los grandes mamíferos tipo elefantes, rinicerontes o hipopótamos, soportan peor en su piel el calor extremo que el frío, siempre que éste no sea desproporcionado y demasiado prolongado en el tiempo (hablamos de temperaturas bajo cero y nevadas como las de estos días, pero mantenidas durante meses..., por cierto que por Valencia, Murcia, y litoral andaluz, por ejemplo, ni nos hemos enterado, en la zona de costa no hemos llegado a bajar de 4 grados, con la que ha caído), y siempre que no les prive de encontrar el alimento suficiente (la hierba no queda jamás bajo espesas capas de nieve en el Mediterráneo).
      Así que, sí, en muchas zonas sería perfectamente posible desde ese punto de vista, sin tener en cuenta al hombre.
      Por cierto que también se dudaba de la aclimatación del búfalo de agua a la fría estepa continental turolense y su riguroso y extremo invierno, y ahí están desde hace años, y hasta criando el año pasado...

      ¡Saludos!

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  2. Yo al principio era algo esceptico en cuanto a la adaptacion por el clima del hipopotamo en latitudes con temperaturas mas frias en comparacion con otras latitudes mas calidas y me resultaba muy raro que pudiese haberlos aun en Europa durante el maximo glacial. Pero no obstante si son capaces de adaptarse al frio en los zoologicos centroeuropeos y ademas reproducirse con facilidad, supongo que en libertad no tendrian problemas. No entiendo mucho de la biologia del hipopotamo pero me imagino que seria la capa de grasa la que los protegeria del frio, (al igual que ocurriria con los pinnipedos y otaridos) y no tanto el pelo como en otros mamiferos como el rinoceronte lanudo y el mamut. Me imagino que el mejor lugar seria los humedales del sur, pero como bien dices el problema seria la convivencia con la gente.

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    1. Pues totalmente de acuerdo, anónimo.
      Hace poco he estado leyendo un trabajo que habla sobre los elefantes asiáticos. Es sorprendente cómo se relata que soportan muy mal la exposición continua al sol y al calor extremo, refugiándose siempre que pueden al amapro de la sombra del bosque y frecuentando el agua con asiduidad, para nutrir y refrescar la piel.
      Precisamente en él se comenta que en realidad pueden aguantar mucho mejor temperaturas muy frías de latitudes norteñas (por ejemplo en zoos), que la exposición al calor extremo y al sol.
      ¡Cualquiera lo diría a priori!, ¿verdad?, sobre todo acostumbrados a ver a los elefantes africanos de sabana y hasta semi-desiertos.

      Saludos.

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  3. Hola!
    En un blog he encontrado una entrada titulada "Hipopótamos en la Laguna de La Janda". No pongo la url por lo que comentaste hace tiempo. ¿Crees que es efectivamente un hipopótamo lo que dice el autor?

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    1. Hola Rik, bienvenido y gracias por participar.

      He visto lo que me comentas, y para serte sincero, no, no creo que se trate de un hipopótamo.
      Si ya resulta difícil aventurar o distinguir especies en muchas ocasiones por lo que toca al arte rupestre Francocantábrico, infinitamente más realista y detallista, hacerlo con el Arte Sureño, y sobre todo con éste en concreto, que claramente se adentra ya en el Esquematismo, es casi pura quimera si no se aprecian elementos muy definitivos.
      Esa representación animal puede ser "cualquier cosa". A mí de entrada no me parece un hipopótamo, pero además, hay que tener en cuenta que por el tipo de pintura, probablemente estamos hablando de muchos milenios después de la entrada al Holoceno, seguramente en momentos que se adentran ya en la Edad de los Metales.
      Los hipopótamos desaparecen del registro en Europa durante el Pleistoceno Tardío, efectivamente, pero es que el término "tardío" (Late Pleistocene), viene a corresponderse con nuestro término Pleistoceno Superior, que va desde hace 125.000 años hasta hace 12.000...
      Sus últimos registros aparecen hace unos 35.000-30.000 años, aunque como tantas otras especies, quizás pudieron aguantar pr más tiempo en algunas zonas meridionales. Pero para llegar hasta esa época...tendrían que haber dejado más huella.
      ¿Pudo llegar algún ejemplar ocasional desde el Norte de África en tiempos posteriores?...Pues hombre, como poder...
      Pero de ahí a imaginar esa existencia a través de tan poca consistencia en la mencionada representación pictórica rupestre...Yo no lo veo. Fíjate que incluso podría darse el caso de que algún pueblo de la Antigüedad, en comercio con las gentes del sur de la Península, hubiera llevado una cría, y les hubiera dado por representarla. Quiero decir que no niego que hasta pudiera haberse dado el caso de ver un hipopótamo y plasmarlo, pero es que yo en esa pintura no acierto a ver visos lo suficientemente consistentes.
      Pero en todo caso, sólo es mi opinión.

      Un saludo.

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