Durante
el Pleistoceno Superior existieron otros dos bóvidos de grandes dimensiones en
Europa.
Ambos
estaban condicionados por un tipo de hábitat muy determinado. El primero
durante la fase cálida y húmeda del interglaciar, el segundo en el momento más significativo
del clima ártico glaciar. Me estoy refiriendo al búfalo de agua y al buey
almizclero.
Los
búfalos de agua han estado presentes en Europa durante buena parte del Cuaternario. Precisamente sus primeras evidencias aparecen en España, en el famoso
yacimiento de Venta Micena de Orce (Granada). Aquí fueron descubiertos restos
de Hemibos gracilis, ancestro directo
del búfalo de agua asiático actual, datados entre 1’6 y 1’4 millones de años, que
vienen a demostrar una expansión temporal más o menos continua de esta familia
durante las fases templadas, desde Hemibos
gracilis en España, pasando por Hemibos
galerianus en Italia, hace 700.000 años, el búfalo acuático europeo (Bubalus murrensis), en la mayor parte del continente desde poco tiempo
después y de forma discontinua hasta del Eemiense, hasta llegar por fin al búfalo de
agua salvaje asiático (Bubalus arnee),
según corroboran los recientes hallazgos holocénicos en las principales vías
fluviales del centro y este de Europa.
La
problemática en el hallazgo de fósiles
de este género reside en que estuvo muy limitado en cuanto a su hábitat,
pudiendo encontrarse restos únicamente en lechos fluviales o áreas lacustres.
Los
mejores yacimientos de búfalos europeos se encuentran en Alemania, Italia y
Holanda.
Búfalo de agua (Bubalus bubalis). |
Cabe
destacar, además, que ese mismo espacio ha podido estar ocupado por alguna otra
especie de distinta línea durante algunos períodos de vacío en los que no se
encuentran restos de los búfalos de agua, como los correspondienytes a entre 2
y 1’6 millones de años o entre 1’4 y 700.000, ya que sí encontramos, por
ejemplo, fauna asociada a ese hábitat, como Hippopotamus
antiquus.
Es posible que algún tipo de Leptobos, y quizás de bisontes de la línea mennerii-voigtstedtensis, estuvieran bastante ligados al medio palustre.
Los
búfalos de agua, en cualquier caso, y a tenor de la ausencia de restos hasta el
presente, no parecen refugiarse en las
penínsulas meridionales durante los glaciares a menos que se hayan establecido
bien con anterioridad en períodos donde los ciclos de alternancia fueron más
dilatados (caso de Hemibos), sino que
sus apariciones están condicionadas por avances rápidos desde Extremo Oriente
(China), a través del Asia Central, en las fases templadas
La
evidencia más palpable de que el hombre frenó un nuevo avance de los búfalos de
agua hacia el occidente de Europa en tiempos holocénicos han sido documentadas
en los descubrimientos de las terrazas fluviales de la cuenca de los Cárpatos y
en Austria, que han ofrecido restos fósiles que demuestran la recolonización y
supervivencia de la especie entre 9.000 y 6.000 B.P., justo en el período
anterior a la aparición de la ganadería y durante la consolidación de ésta en
los territorios citados (Cultura neolítica de la cerámica de bandas 7.500/6.500
B.P.)
Búfalo de agua (Bubalus bubalis). |
El
búfalo acuático fue domesticado hace unos 5.000 años en el subcontinente Indio,
y desde entonces, y hasta hoy, ya como Bubalus
bubalis, la especie se ha expandido en régimen de semilibertad por los
cinco continentes.
En
Europa son comunes en Italia al menos desde el tiempo de Las Cruzadas, si no
con anterioridad. Allí se aprovecha su leche para la elaboración del famoso
queso mozzarella, y hoy en día están presentes en casi toda la Europa Oriental
e incluso en Gran Bretaña.
En
nuestro país fue introducido como ganado por los árabes en Al-Andalus durante
el Período Omeya, pues formaba parte de su dieta, aunque no parece haber
sobrevivido mucho tiempo a la Reconquista, ya que no existen menciones
posteriores al respecto.
Actualmente
son considerados como una especie a tener muy en cuenta a la hora de crear
proyectos "rewilding" no sólo porque su presencia como familia y
género queda plenamente justificada para Europa hasta tiempos recientes, sino
por diversos motivos entre los que destacan las siguientes; ocupan un nicho en
fases templadas, dentro de los humedales, que resulta imposible para otros
ungulados como toros o caballos, controlan la expansión del carrizal
beneficiando a otras especies, podrían suponer un importante medio de sustento
para grandes predadores y carroñeros, y producen una serie de recursos más que
beneficiosos para el hombre, como carne, piel y productos derivados de la
industria láctea.
Búfalos de agua en Laguna del Cañizar (Teruel-España). |
De hecho en España contamos ya con una primera prueba experimental en la Laguna del Cañizar (Teruel), donde incluso se han adaptado y han procreado, superando bien el frío ambiente estepario invernal del mediterráneo continental, con abundantes nevadas y temperaturas por debajo de cero durante algunos meses.
Volveremos a tomarlo en consideración como candidato rewilding de Europa.
Buey almizclero (Ovibos moschatus). |
Por
otro lado, el buey almizclero (Ovibos
moschatus) fue un habitante típico de la edad del hielo europea. Su distribución
se restringe hoy a zonas árticas, siendo uno de los mamíferos terrestres mejor
adaptados a la tundra fría.
A
nivel de macrofauna es considerado como el más relevante elemento faunístico indicador
de clima frío extremo.
Contrariamente
a lo que pueda deducirse de su aspecto, este ungulado está genéticamente más
emparentado con las cabras y ovejas que con los bueyes.
En
nuestro país se constató su presencia tras encontrar restos fósiles en el
yacimiento de L'Arbreda (Girona), en el horizonte de transición
Gravetiense-Solutrense (Maroto et Al., 1996), coincidiendo justamente con el
pleniglacial.
Seguramente
fue poco frecuente fuera de este período y no se espera que el registro fósil
ponga de manifiesto una distribución geográfica más allá del entorno próximo al
Pirineo.
El
buey almizclero evolucionó a partir de formas esteparias europeas que no
habitaban la tundra, como Praeovibos
priscus y Ovibos suessenbornensis,
pero poco a poco fue adaptándose a la periodicidad glacial, de tal forma que no pudo sobrevivir en otro tipo de ecosistema que no fuera el
de la estepa fría o la tundra, dándose la circunstancia de que terminó extinguiéndose
en Europa y Asia a inicios del Holoceno, pero por suerte, atravesó con
anterioridad el Estrecho de Bering para colonizar el continente americano.
Manada de bueyes almizcleros. |
Fue
masacrado en Alaska hasta su exterminio a principios del siglo XX,
sobreviviendo desde entonces únicamente en Canadá y Groenlandia.
El
buey almizclero ha sido uno de los primeros animales que se han visto
favorecidos por el concepto "rewilding",
pues ha sido reintroducido en Noruega (1932) y Siberia (1975), con tanto éxito
que alguna población ha cruzado la frontera de Suecia y se ha establecido de
forma permanente en dicho país escandinavo.
Huelga
decir que en nuestro país carecería de sentido su reintroducción, pero sí es un
componente de la fauna más septentrional de Europa, y ligado por tanto al “rewilding”
de El Gran Norte, que por suerte, hemos podido recuperar ya para pasar a
engrosar la lista de biodiversidad perdida en el continente.
Crédito de imágenes:
Foto 1: Imagen libre de derechos de Wikipedia.
Foto 2: Imagen libre de derechos de Wikipedia.
Foto 3: Imagen libre de derechos de Wikipedia.
Foto 4: Miguel Llabata.
Foto 5: Public Domain Images.
Foto 6: Public Domain Images.
No hay comentarios:
Publicar un comentario