Para entender mejor el concepto rewilding es más que aconsejable partir de la comprensión global de la presencia de mamíferos en La Tierra a lo largo de su existencia.
La sucesión de cambios en el clima y en la propia distribución de los continentes a escala geológica nos ayudará a asimilar la evolución de los ecosistemas a través del tiempo, y por
ende, conocer cómo fueron los procesos de relevo de las especies que hasta
ellos llegaron, en conjunto y con su dinámica, bien por migración, bien por
evolución adaptativa, en esos avances y retrocesos.
En
el post sobre el Cuaternario, por ejemplo, vimos cómo la alternancia de etapas cálidas y
frías ha sido una constante en el tiempo que ha definido el transcurrir del
último Período que comenzó hace unos dos millones y medio de años, en el cual aún nos
encontramos.
Uno de los primeros pasos para tener amplitud de miras desde nuestro presente es borrar de la mente el cliché establecido. Un
estereotipo que, en nuestro limitado alcance de concepción temporal a escala
humana, parece tomar como punto de partida de la “normalidad” natural y actual el inicio
del Holoceno, es decir, la etapa interglaciar en la que hoy nos encontramos y
que dio comienzo hace unos 12.000 años, con el fin de la última glaciación.
Nosotros,
en clave humana, hemos tomado como referencia ese aleatorio punto de partida
suponiendo que, el mismo, refleja el paradigma absoluto de la norma, de lo
natural, de lo potencial, tomando una muy limitada estabilidad, con
sus climas, sus ecosistemas y sus especies, desde ese momento y hasta hoy.
Nada más lejos de la
realidad.
Ese
“contador a cero” de hace 12 o 10.000 años comenzó su andadura muy condicionado
ya por nuestra propia presencia, nuestras acciones, nuestro impacto, y continúa hoy en día su propia dinámica sumada a la nuestra.
Con toda seguridad la etapa holocénica interglaciar en que vivimos tendrá sus diversos picos climáticos e irá variando en tiempo geológico hacia otras etapas, como siempre sucedió.
Pero antes de volver a retomar en mayor profundidad el Cuaternario, veamos una imágen algo más ampliada que nos ayudará a comprender mejor todo cuanto iremos tratando más adelante.
Para
no perdernos demasiado en la noche de los tiempos a través de nomenclaturas
farragosas de difícil comprensión, vamos a resumir partiendo de hace 65
millones de años, cuando la Era Mesozoica terminó con el colapso producido
seguramente con la caída de un enorme meteorito que originó los cambios que a la postre significaron el fin del tiempo de los
dinosaurios.
Desde
entonces, geológicamente hablando, dio comienzo la Era Cenozoica, la Era de la
supremacía absoluta de los mamíferos, nuestra Era.
Desde
sus inicios, hace más de 65 millones de años, el Cenozoico fue atravesando una
serie de Períodos, cifrados en millones y millones de años, que alternaron a su
vez Épocas más o menos definidas y que también hemos subdividido en Edades para
poder estudiarlas mejor.
Los
cambios constantes, no sólo en el clima sino en la misma evolución de la
tectónica de placas, fueron configurando la distribución de las masas
continentales hasta llegar a su estado presente, que más o menos estaba ya definido a grandes rasgos cuando dio comienzo el Período Cuaternario.
También sus variados ecosistemas fueron cambiando en una alternancia de tiempos fríos y
cálidos que mantuvieron siempre su correspondiente fauna.
Algunos representantes de la fauna norteamericana del Oligoceno. |
Hasta
hace no demasiado la Era Cenozoica
era conocida como Terciario, abarcando desde hace más de 65 millones de años
hasta hace 2’5, cuando dio comienzo el Cuaternario. Sin embargo, el modelo
académico reciente prefiere establecer otra subdivisión que elimina la
nomenclatura de Terciario, incluyendo la totalidad de épocas desde hace 65
millones de años hasta hoy bajo el nombre de Era Cenozoica, aunque mantiene, seguramente por
comodidad, la nomenclatura de Época del Cuaternario desde hace 2’5 m.a., por
ser la más trabajada al aparecer en ella los ancestros más directos de nuestra
propia especie.
De
este modo, comenzando desde nuestra Era de los Mamíferos o Cenozoico,
encontramos tres grandes Períodos. El Paleógeno,
que abarcó desde hace unos 65 hasta hace 23 millones de años, con tres Épocas que son Paleoceno, Eoceno y
Oligoceno. El Neógeno, desde hace 23
hasta 2’5 millones de años, incluyendo dos Épocas, Mioceno y Plioceno. Y el Cuaternario (el nuestro), que comenzó
como ya sabemos hace 2’5 millones de años y tiene dos Épocas, Pleistoceno (desde
hace 2’5 millones de años hasta hace 12.000 años) y Holoceno (desde hace 12.000
hasta el presente).
Arsinoitherium del Eoceno. |
Muchos
cambios en el clima y en la misma composición y distribución de los
continentes, en sus ecosistemas, y por tanto en sus comunidades vegetales y
animales, se han sucedido desde el inicio del Cenozoico, sin embargo siempre encontramos
una constante en todos ellos; la destacadísima representación de mamíferos con sus cientos de
géneros y cientos de miles de especies que fueron ocupando a través del tiempo
los distintos nichos disponibles a lo largo y ancho de La Tierra.
Sirva
como ejemplo representativo el caso el Orden de los proboscídeos, que son actualmente
los mamíferos de mayor tamaño sobre La Tierra.
Los
proboscídeos aparecieron hace unos 55 millones de años, durante el Eoceno. Resulta
muy difícil mostrar un listado de la enorme cantidad de familias, géneros y especies que
se distribuyeron por África, Asia, Europa, Norteamérica y Sudamérica desde
entonces.
Sólo
en la Europa continental podemos citar géneros como Platybelodon, Deinotherium,
Gomphoterium o Anancus, con sus diversas especies, desde el Mioceno y durante todo
el Plioceno, abarcando la friolera de veinticinco millones de años.
Representantes de los géneros Platybelodon, Deinotherium, Gomphoterium y Anancus. |
Llegado
ya el Cuaternario encontramos sustituyéndolos u ocupando alguno de sus nichos a
los géneros Mammuthus y Elephas, con el mamut meridional, que
irá evolucionando hace unos ochocientos mil años en mamut de la estepa y hace
unos trescientos mil años en mamut lanudo, mientras desde Elephas recki africano, evolucionaría en el Cuaternario el
elefante de colmillos rectos de Europa (y también el elefante asiático actual).
Proboscídeos europeos del Cuaternario. |
La
misma comparativa puede efectuarse de forma bastante similar desde hace más de
cincuenta millones de años y hasta prácticamente el presente con un sinfín de familias y géneros de distintos
mamíferos encuadrados entre el tamaño del paraceratherium, el mayor mamífero
terrestre existente del que se tenga noticia, hasta la musarañita o el
murciélago mariposa conocidos en la actualidad por ser los mamíferos más
pequeños.
Paraceratherium, el mayor mamífero terrestre conocido hasta la fecha. |
Resumida muy por encima la cuestión de nomenclatura más o menos
arbitraria del Cenozoico, y dejando una pincelada de la constante o "norma"
durante millones y millones de años respecto a los mamíferos y su dinámica de
ocupación de espacios, por nichos y tamaños en cualquier continente, y hasta nuestro impacto, en la próxima entrada acotaremos el tiempo y
nos centraremos en la dinámica de nuestro Período; El Cuaternario.
Crédito de imágenes:
Foto 1: Imagen libre de derechos de Wikimedia Commons.
Foto 2: Miguel Llabata.
Foto 3: Imagen libre de derechos de Wikimedia Commons.
Foto 4: Imagen libre de derechos de Wikimedia Commons.
Foto 5: Composición a partir de imágenes libres de derechos de Wikimedia Commons.
Foto 6: Composición a partir de imágenes libres de derechos de Wikimedia Commons
Foto 7: Composición a partir de imágenes libres de derechos de Wikimedia Commons.
No hay comentarios:
Publicar un comentario